Los modelos pedagógicos surgen desde la necesidad que los profesores han visto en sus estudiantes y buscan la forma de que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea efectivo independientemente del ritmo y estilo de aprendizaje, haciendo del maestro un investigador en busca de lo que se debería enseñar, a quienes, que herramientas usar, en qué tiempos; teniendo siempre como centro la formación integral del ser humano para potenciar sus cualidades y virtudes.
Según Posner (1998: 26), toda teoría pedagógica trata de resolver, coherente y sistémicamente, preguntas como: ¿qué tipo de hombre se quiere educar?, ¿cómo crece y se desarrolla el hombre?, ¿con qué experiencias?, ¿quién dirige el proceso educativo, el maestro o el alumno?, ¿con qué métodos y técnicas se puede alcanzar mayor eficacia?
Actualmente se plantean diversos modelos pedagógicos, los cuales poseen rasgos distintivos y buscan analizar los currículos, entre ellos encontramos el tradicional, conductista, romanticista, desarrollista, constructivismo y social. Definiremos cada uno, teniendo en cuenta las características diferenciadoras de estos.
Algunos atribuyen el origen del Modelo Tradicional a los jesuitas en el siglo XVII, donde la educación era impartida por sacerdotes por medio de la disciplina y la formación del carácter alejando a los estudiantes del mundo externo. El rol del maestro era transmitir el conocimiento de manera sistemática y lineal, mientras que el del estudiante era el de seguir y repetir al pie de la letra las enseñanzas, con obediencia, se le consideraba débil de mente e impulsivo. Entre los autores destacados encontramos a Comenio (1657) con su obra Didáctica Magna o Tratado del arte universal.
Entre 1925 y 1930 Watson manifiesta su inconformismo con las corrientes psicológicas de la época, dando nacimiento al modelo Conductista, aunque éste inicialmente estaba en el campo psicológico, defendiendo la idea del aprendizaje por medio del condicionamiento y es aplicado al campo educativo. Como eje central del conductismo es que todos los pensamientos, sentimientos, intenciones y procesos mentales no determinan lo que hacemos. El rol del estudiante es que aprenda por medio de tareas donde será evaluado y busca que se responda a los estímulos ambientales, desarrollando la autodisciplina. También es un sujeto pasivo que recibe la información por medio del maestro que es quien decide lo que aprenderá a través del estímulo-respuesta-reforzamiento, buscando siempre el logro de objetivos fijados dentro de un límite de tiempo.
Del modelo escuela nueva, activista o de renovación pedagógica encontramos sus inicios desde el siglo XVI donde pensadores de la época como Francoise, Rabelais y Rotterdam se oponían al sistema tradicional. En el siglo XVII Descartes propone el discurso del método y Fenelon desaprueba la manera de enseñar y propone aprovechar la curiosidad del niño como manera de enseñanza. Sólo hasta el siglo XVII aparece Rousseau con una nueva perspectiva en la cual el niño es el centro de la educación y no su fin. El rol del profesor es ser auxiliar para el libre desarrollo del niño, el cual ya no será preparado para una profesión o trabajo específico, sino para vivir, se considera el interés del estudiante como punto de partida de la educación.
A mediados del siglo XX Piaget propone el modelo Desarrollista o Cognoscitivismo y en 1970 se hace una gran difusión de este. Piaget demostró que la relación con el mundo está mediatizada por las representaciones mentales que de este se tienen, que están organizadas en formas de estructuras jerarquizadas y que varían significativamente en el proceso evolutivo del individuo. Entre los principios de este modelo se considera que el aprendizaje es progresivo y secuencial y que niños y adultos manejan procesos cognitivos diferentes, según Corral (1998) se considera el aprendizaje como modificaciones sucesivas de las estructuras cognitivas, que son causa de la conducta del hombre, a diferencia del conductismo que se orienta al cambio directo de la conducta. El rol del profesor es tener en cuenta el nivel de desarrollo y proceso cognitivo orientando a los estudiantes a experiencias de aprendizaje significativo.
en la escuela de Frankfurt en 1923, se origina La Teoría Social Crítica, la cual sostiene que no se puede separar el aprendizaje educativo de la cultura, busca desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo que posibilita la transformación de las estructuras sociales que afectan la vida de la escuela. El rol del maestro es mediar e interactuar con sus estudiantes por medio de la reflexión de las vivencias y la comprensión del mundo, buscando así el desarrollo máximo y multifacético de las capacidades individuales en función de la sociedad.
Estos modelos hacen parte primordial del quehacer docente, de la pedagogía y la didáctica como ciencias, llevando a que cada profesor sea un investigador en el aula en busca de las estrategias adecuadas para desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje significativo, teniendo en cuenta las características individuales de los estudiantes y formarlos en el ser y en el saber para que sean autónomos, críticos, reflexivos y activos en la sociedad.
By: Diana Lopez
Comentarios